lunes, 3 de marzo de 2014

Mi plática con David

Al final de la clase del martes pasado David, con su talante risueño y ligero algo opacado, se me acercó para contarme su neta sobre la clase. Estaba ilusionado, se identificaba con el enfoque, pero no sentía que la clase estuviera rindiendo los frutos deseados o que supiera bien hacia dónde caminar. Lo explica muy bien en su entrada, llena de pasajes luminosos.

Bien, me toca ahora poner mis propias cartas sobre la mesa y contarles mi impresión de la marcha del curso. Me toca abrirme. Y es la primera vez que vivo esta experiencia, al menos tal y como surgió con David, es decir, como parte de un diálogo propuesto por un alumno. Normalmente soy yo quien propone esos diálogos. Soy yo quien habla, no quien escucha.

Pues creo realmente que no hemos alcanzado aún el nivel de innovación que el curso puede ofrecernos. A ustedes y a mí. A ustedes porque mi materia es una oportunidad de crecer en un sentido amplio.

  • De hacer crecer su pasión en su carrera. De ponerle combustible
  • De acceder al conocimiento de los expertos, no el que los profesores y los manuales filtran
  • De sentirse parte de una comunidad de aprendizaje
  • De descubrir usos muy chingones de la internet
  • De aprender a aprender por ustedes mismos y hacerse capitanes de su conocimiento
Si todo es tan chingón, ¿por qué no estamos sacándole más fruto? ¿Por qué no sentimos más entusiasmo? Ufff... Por muchas razones. La principal es que crecer exige aceptar cambios en nuestra vida y todos nos apegamos en exceso al pasado. Tampoco ayuda la presión calificatoria, ni las rutinarias tareas escolares, ni la forma en que nos relacionamos con la chamba del aprendizaje. Ni las mil y otras cosas que nos rodean y que encienden nuestro entusiasmo o lo apagan.

Pero al mismo tiempo, hay semillas que empiezan a crecer. No todas al mismo tiempo y de la misma forma. Pero se notan los avances. Hay alumnos que sí están contribuyendo de forma genuina a la comunidad de la clase. Hay otros que empiezan a sentir el cosquilleo de su tema. Otros, simplemente, disfrutan de la clase, se entretienen, se sienten agusto. Hay quien ya busca en otras fuentes más interesantes y especializadas, no sólo para mi materia. Y hay varios/as que empiezan apenas a descubrir el escritor/a o el investigador/a que llevan dentro. Sí. Hay chispazos de luz. Stars in the sky.

¿Haremos juntos una hoguera? ¿Lograremos algo memorable? Quién sabe. Yo quiero ponerle mi corazón y lo que he aprendido en todos estos años de animal universitario. Yo también quiero crecer. Pero en última instancia depende más, creo, de ustedes, de que le encuentren su propio sentido a esta experiencia. De que lo que hacemos en esta clase les conduzca a ustedes mismos. Y, la neta, les deseo lo mejor.