lunes, 11 de marzo de 2013

Abstract... partido de Champions

Mañana es la prueba de evaluación del segundo parcial... toda una eliminatoria de Champions League, en términos futbolísticos. Lo digo porque, en verdad, es un texto exigente.

Así que, con la intención de que no se sientan tan solos en la prueba, les mando esta serie de consejos:

1. Menos es más. Se trata de escribir un texto de una cuartilla y media, aproximadamente (sin contar las referencias, claro), donde uno de los retos es lograr que no sobre una sola palabra. Para eso hace falta releer lo escrito y encontrar fórmulas más sintéticas, más simples y claras, de decir las cosas. Todo un reto para muchos alumnos que han sido educados escolarmente en la habilidad contraria: el choro. Siguendo con la analogía futbolística, aquí se trata de hacer una jugada de gol en el menor número de pases posibles. El reto de la eficacia.

2. La técnica compositiva es clave. El texto tiene dos partes... lo que otros dijeron y lo que yo quiero proponer. Es decir, el resumen de la revisión del conocimiento consultado (qué teorías son importantes? qué conceptos? qué investigaciones? ¿qué debates o controversias?) y el resumen del plan de mi artículo (¿qué quiero plantear? ¿cuáles son mis argumentos? ¿cuáles las partes de mi artículo?). En el fútbol, recuerden, lo importante no es la genialidad de un individuo aislado, sino la táctica colectiva.

3. El orden de los factores, aquí, sí altera el producto. O sea, el texto tiene que avanzar de forma lógica. Lo primero debe conducir a lo segundo y lo segundo a lo tercero. En le revisión del conocimiento se debe ir de lo general a lo concreto, de lo que otros dijeron a mi propia posición. Si pueden intercambiar los párrafos de orden y el resultado global no se ve afectado es que su razonamiento no está bien construido. Como en el fútbol, cada jugada debe llevar sus pasos.. los delanteros dan salida al balón hacia los medios y éstos encuentran el pase a los delanteros, que marcan el gol. Messi sería un mal portero. Y a Ozil no lo veo de defensa central.

4. La redacción es formal. Recuerden que estamos elaborando un lenguaje "erudito". Así como se aprende inglés o italiano, estamos aprendiendo a hablar el lenguaje de los académicos. Y tiene su arte. Como decía mi abuela, "hablan raro". Pero aguas, el truco no es poner palabras muy sofisticadas, sino encontrar una sintaxis precisa y bien conectada, un léxico especializado, una forma impersonal", objetivista, de decir las cosas, donde lo que importa es el dato, las razones, el conocimiento validado. No tu opinión. Y eso se entrena, como en el fútbol, donde la habilidad para golpear el balón, pasar en largo, rematar de cabeza o controlar la bola sólo llegan después de muchas repeticiones.

5. El pensamiento crítico es el secreto. Hay textos muy bien redactados pero donde el alumno no parece muy perspicaz a la hora de identificar los diferentes puntos de vista, de relacionarlos, de entender las implicaciones de lo que está diciendo. Así que, ojo, no sólo es un ejercicio de "redacción", sino de inteligencia crítica. A veces, los mejores jugadores no son los que más técnica individual tienen, sino los que "leen" bien las jugadas. Si no, que se lo digan a Raúl o Guardiola, dos genios del análisis futbolístico.

6. No se olviden del placer. La presión de la calificación puede ser sana, como la de un partido de Champions, para exigirse lo mejor de uno mismo. Pero deja de tener sentido si solo piensan en el resultado del partido y no en disfrutar de cada jugada. Lo entenderán cuando estén a punto de morir o cuando sean viejitos y su inteligencia empiece a nublarse. El nivel de concentración mental que se alcanza cuando se tiene 18, 19, 20 años es muy especial. Diría que es casi irrepetible. Ahora que sus mentes están en su plenitud, sientan el placer del pensamiento intelectual.

Aquí les comparto la rúbrica de evaluación: